viernes, 10 de septiembre de 2010

29 de septiembre, una necesidad

Esta historia que os relato a continuación es ficticia (de momento) y hace una pequeña recreación de lo que supone la reforma laboral con la que nos a traicionado el gobierno de España a todos los trabajadores de este país, colocándonos mas cerca de Marruecos que de Europa y fusilando nuestros derechos.

   Me llamo Javier Pérez y trabajo de conductor de tranvía en Barcelona. Hace tres meses me levanté un día por la mañana con un fuerte dolor en el pecho (supongo que del aire acondicionado de la cabina de conducción) y fui al médico, el cual me diagnosticó una neumonía y me dió la baja laboral. Cuando llevo diez días de baja recibo una llamada de la empresa para que pase por el departamento de personal y allí me entregan una carta por la cual me informan que me despiden de forma procedente por acumular mas de 8 días de baja en dos meses consecutivos en la empresa, la cual "soporta" mas de un 2,5% de absentismo general y eso a partir de la nueva reforma laboral se considera despido procedente. No salgo de mi asombro y pregunto que porque yo, sin obtener respuesta alguna por parte del responsable que me lo comunica, aunque poco después me comenta una persona cercana a la dirección que es porque participé en la huelga de nuestro acuerdo de mejoras y "colaboro" escasamente con la empresa. Me entregan el cheque de indemnización por 15 años de servicio y vuelvo a sorprenderme al ver que son escasos 12.000€, pues la empresa solo me paga 12 días por año trabajado y FOGASA los otros 8 restantes dios sabe cuando.

Estoy hundido, 15 años trabajando con horarios duros y un salario precario y ahora que empezaba a tener un sueldo que no me avergonzara al decirlo e iba sobrellevando los horarios gracias en parte a que mis hijos se habían hecho mayores, me quedo en paro. En fin, intento salir adelante y me dirijo a la INEM y sorpresa, ahora es una empresa de colocación privada en la que en primer lugar me obligan a realizar un curso de formación que nada tiene que ver con mi oficio desempeñado hasta hoy bajo la amenaza de quitarme la prestación por desempleo y al poco tiempo, bajo esa misma amenaza de perder la prestación, me obligan igualmente a coger un empleo ofrecido por esta agencia de colocación en el que me tengo que desplazar cada día 25 km de ida y otros tantos de vuelta por unos escasos 900€ brutos al mes.

Desde entonces no he vuelto a sonreír y mi hijo mayor a tenido que dejar los estudios para trabajar en un super y así poder afrontar los pagos de la hipoteca y la comida.

¿Aun dudas en si iras o no a la huelga?

La huelga general del 29 de septiembre no es un capricho sindical, sino una necesidad social. Se ha declarado una guerra por parte de gobierno y empresarios, contra el resto de la sociedad de este país, ancianos, trabajadores e hijos. En esta guerra no solo está en juego nuestro futuro como trabajadores y pensionistas, sino que va mas allá y ataca directamente al futuro de nuestros hijos e hijas, minando peligrosamente sus espectativas de trabajo y desarrollo laboral y social.

El 29 de septiembre yo lucharé   ¿y tu?