sábado, 18 de febrero de 2012

La dictadura del miedo

Son tiempos difíciles para el trabajador asalariado después de una reforma laboral que dota únicamente de garantías a los empresarios, para a través del miedo al despido, despojar poco a poco o mucho a mucho, de los derechos laborales de sus trabajadores, llegando a cotas similares a las que teníamos en épocas dictatoriales.

No cabe duda que esta reforma laboral marcará un antes y un después para los trabajadores tal y como anticipaba el Partido Popular poco después de su llegada al poder, pues favoreciendo el despido único con 20 días para todos y todas a través de ERES impuestos unilateralmente sin necesidad de negociarlos con los representantes de los trabajadores, eliminando la negociación colectiva para poner a los pies de los empresarios las condiciones laborales de los trabajadores de la mayoría de las pequeñas y medianas empresas, forzando una bajada general de los salarios y la creación de contratos laborales que condenan a nuestra juventud a la precariedad indefinida, propiciará que sean estas herramientas impulsadas por el gobierno popular las que  destruyan el futuro y las esperanzas de millones de ciudadanos de este país.

El Gobierno de España y Cataluña, ebrio de poder, ya no se detiene ante nada ni nadie y se atreve a amenazar con atentar próximamente contra uno de los derechos fundamentales de los trabajadores, el derecho a la huelga. Si esto finalmente ocurre y se suma al resto de medidas impuestas que convierte al trabajador en poco menos que un esclavo de los deseos de su Patrón, la única salida que nos queda a los ciudadanos es la de tomar las calles y revelarnos contra una derecha traidora con los derechos de los trabajadores.

No te quedes en casa, sal a la calle, manifiéstate y hazte oír para que el día de mañana tus hijos tengan una oportunidad laboral distinta a la que pretende esta derecha impositiva a través de decretazos que asesinan la ilusión y el futuro de los trabajadores y trabajadoras catalanas y españolas.