martes, 17 de enero de 2012

Nos toman por tontos

Realmente cuando escuchas hablar a políticos y patronal parece como si tuviesen un permanente convencimiento de que los ciudadanos de este país somos tontos y tontas, además de que somos los únicos culpables de la situación tan grave de crisis por la que está pasando este país. Para nada hacen autocrítica, unos por su mala gestión, corrupción y partidismo, y otros por su interminable afán por mejorar sus ganancias a costa de empeorar continuamente la condiciones laborales y económicas de los mismos trabajadores que les garantizan esas ganancias.

En el sector público se están haciendo verdaderas escabechinas que a lo único que nos van a llevar a los ciudadanos y ciudadanas de este país, es que cada vez que necesitemos atención sanitaria no la encontremos con unas garantías mínimas de atención para solucionar nuestros problemas de salud. Que no tengamos una educación de calidad para nuestros hijos y que en general no tengamos unos servicios a la ciudadanía con garantías para todas las personas.

Nos intentan convencer a través de sus medios de comunicación afines que la única solución a la crisis es el abaratamiento del despido y del salario, el aumento de los impuestos (aunque curiosamente solo se los suben a los trabajadores y trabajadoras con nómina) y la destrucción continuada de todo lo referente a la función pública, además de un acoso insostenible a la clase media-baja de la ciudadania, cuando el verdadero problema está en la falta de consumo derivado de los cada vez mas escasos recursos económicos de los ciudadanos y la axfisiante falta de financiación por parte de bancos y cajas.

Y ahora nos toca a los trabajadores del transporte público ser atacados y aquí es donde ponemos el punto y final a nuestra paciencia. Los trabajadores y trabajadoras de Trambaix y Trambesós iniciamos la actividad del tranvía de Barcelona con unos salarios irrisorios para la responsabilidad, horarios, trabajo y esfuerzo que realizamos día a día en nuestra actividad, con la esperanza de que demostrando nuestra calidad y compromiso con el nuevo proyecto de transporte, se reconociese un salario y unas condiciones mas merecidas. Pero no fue así puesto que como a toda empresa, lo único que le mueve es una insaciable hambre de beneficios y los trabajadores y trabajadoras tuvimos que luchar para que se reconociese nuestro esfuerzo y sacrificio.. Las condiciones laborales y económicas, tras múltiples  luchas de los trabajadores, fueron llegando poco a poco y siempre con la constante e incansable proclama por parte de la Empresa de que no somos trabajadores públicos, somos una empresa privada y hay un contrato con la administración que hay que cumplir.

Pues bien, ahora somos los trabajadores de Trambaix y Trambesós los que les recordamos a la Dirección de la Empresa que los Convenios están para cumplirlos y los acuerdos de Empresa también, al igual que nosotros hemos cumplido nuestros acuerdos durante estos ocho años incluso cuando las vacas eran gordas, puesto que si la empresa no lo hace, abrirá la puerta a que nosotros tampoco respetemos los acuerdos cuando no nos interese. Si quieren recortar que recorten ellos, con menos subvenciones, menos publicidad, menos estudios de mercado, menos duplicidad de cargos y mas austeridad en los gastos (sobre todo los de ellos), pero bajo ningún concepto vamos a aceptar que se recorten los ya de por si austeros salarios de los unos trabajadores que hoy por hoy siguen estando muy por debajo de los de los trabajadores públicos del transporte de viajeros debido fundamentalmente a que "no somos trabajadores públicos".

Cuidado con los tontos porque hasta para ellos la paciencia tiene un límite.