miércoles, 27 de octubre de 2010

La fuerza de la unidad

Como norma general, las empresas que mejores condiciones laborales y económicas tienen suelen ser aquellas que mayor número de trabajadores tienen, aunque no siempre se cumple esta norma, ya que en numerosas ocasiones se ven otras con inferior número de trabajadores que consiguen estar por encima de estas en bienestar social y económico. Esta diferencia en calidad laboral tiene un hecho diferencial que nada tiene que ver en algunos casos con la cantidad de trabajadores de la empresa, sino en la unidad de estos entre ellos y a la vez con sus representantes sindicales a la hora de negociar cualquier parámetro de su día a día laboral. Esta conducta por parte de una plantilla unida de trabajadores es la que hace que los representantes sindicales tengan la fuerza suficiente como para afrontar cualquier negociación en una clara posición de ventaja ante la dirección de una empresa. No es totalmente decisivo (aunque si importante) que se tenga a unos delegados bien cualificados, puesto que la fuerza de cualquier comité de empresa radica en el apoyo de sus afiliados y trabajadores, realizando entre ambos una presión y una sensación de unidad dificilmente superable por el mas arduo negociador que se pueda tener en frente.

Por estos motivos y si realmente aspiramos a ser una empresa en la que los trabajadores quieren tener una calidad de vida laboral y económica razonable, no es tolerable que ningún trabajador, ya sea de forma aislada o en grupo, realice ningún acuerdo con la dirección de la empresa al margen de la representación de los trabajadores, puesto que aunque inicialmente parezca que es un beneficio para este o estos, al final siempre acaba siendo un perjuicio para todos, incluidos ellos, que a buen seguro después culparan a la representación de todos los males que vengan.

Es fundamental que esto no ocurra y que toda negociación la realice los que representan a toda la plantilla de trabajadores, que no se enfrenten los grupos profesionales entre ellos y que todos seamos cómplices de lo que se tenga que pactar con la empresa. Hasta ahora (no sin dificultad) esto lo hemos conseguido y nos ha llevado a conseguir grandes mejoras para todos los colectivos en materia de salario, calendario y seguridad y salud en el trabajo, partiendo en un inicio desde un punto de partida realmente bajo y difícil ,y esto no debe cambiar, defendiendo nuestro estilo de trabajo sindical y buscando el apoyo continuamente los unos en los otros.

Si no nos comprometemos todos y cada uno de nosotros a continuar en ese camino de unidad, podemos correr el peligro de poco a poco ir perdiendo esa fuerza que tanto a costado conseguir y acabar justamente donde quisiera todo patrón, negociando individualmente calendario, salario y cualquier extra que tengamos que realizar, y de esta manera compañeros y compañeras, no nos engañemos, tenemos todas las de perder y volveremos al punto de salida sin darnos cuenta de que ha ocurrido.

Por eso, cualquier modificación de las condiciones de trabajo, bajo ningún concepto deben ser negociadas individualmente ni como grupo y enviar inmediatamente al interlocutor de la empresa a tratarlo directamente con los representantes legales de los trabajadores, para que el peso de una plantilla unida sea la que defienda con mayores garantías todos y cada uno de nuestros derechos.